LYON

Solo al poner pie en el aeropuerto notas que estás en el corazon de Europa, ves amplitud, ves luz y ves limpieza. Una arquitectura civil a escala humana, racional y pensada para su uso. Justo a su lado la estación del TGV del arquitecto Calatrava, arquitectura monumental integrada dentro del aeropuerto. Con este recibimiento visual ya notas que has subido al norte, que estas donde deberemos llegar desde la Europa pobre.
El trayecto del aeropuerto a la ciudad se hace en las navettes que continuamente salen del aeropuerto y te dejan en el centro de la ciudad, realizando varias paradas hasta el destino final.
Lyon te confirma la misma impresión que te impregna en el aeropuerto, es la Europa civil, la culta y educada, la del pasado francés y el futuro europeo,la de los suelos limpios, las tiendas lujosas, con gente discreta y poco ruidosa, donde gritar es signo de mala educación, donde el respeto al resto es basico.
Ciudad romana, donde los teatros romanos de la Fourviere nos muestran unas maravillosas vistas de la ciudad, con sus gigantescos rios Saône y Rhône que se juntan creando una perfecta peninsula, sus edificios haussmanianos, sus plazas y zonas peatonales, pero sobretodo su Rue Merciere, calle repleta de restaurantes herederos de las mères lyonesas que tan bién describe el Conde de Sert en El Goloso. El origen de Paul Bocuse y de toda la Nouvelle cuisine esta aquí, en este trozo de calle, origen también de los actuales grandes cocineros catalanes y vascos de tantas estrellas Michelin, de estos cocineros que decidieron mirar a Francia, a su cocina y la adaptaron a sus gustos.
Lyon también es burguesa, pero de una burguesia culta, con una base protestante por muy catolica que sea la ciudad. Precisamente el pasado jueves se presento la nueva adquisición del Musée des Beaux-Arts: "La fuite en Égypte" de Nicolas Poussin, obra maestra del Siglo XVII, adquirida por 17 millones de Euros por parte de empresarios y profesionales de la ciudad. También sorprende gratamente la cantidad de librerias que hay, sobretodo por su tamaño y profesionalidad, así como de la cantidad de gente que compra en ellas, las galerias de arte y los anticuarios concentrados en la Rue Auguste Comte y todo lo que en una ciudad de tipo medio es imposible encontrar por estos lares.
Esos son los franceses, los que en España se les califica de prepotentes y maleducados, cuando en realidad suelen ser personas de un nivel cultural y de unos modales muy superiores a los nuestros.
Y con este viaje termino mis vacaciones 2.007.