dilluns, 26 de maig del 2008

LONDRES


Como cada año por estas fechas pido un viernes de fiesta en el trabajo y aterrizo con unos amigos para pasar el fin de semana en Londres. Llegando a la ciudad hacia las 11, nos queda un estupendo fin de semana por delante.

Como siempre el tren de Heathrow a Paddington, a pesar de las 15,30 Libras que cuesta es de una rapidez y comodidad fantástica, nada comparable a la decadencia que van llegando a los trenes de Sants al Aeropuerto del Prat. El tener el hotel junto a Paddington Station hace que el tiempo perdido en desplazamientos sea mucho menor, la zona esta repleta de hoteles y de Bed & breakfast da para elegir entre todo tipo de precios y comodidades.

Como siempre la ciudad sorprende por la limpieza de sus calle, por lo verde de sus parques y una cierta forma de ser los británicos, un vive y deja vivir que acoge sin estridencias desde radicales, excéntricos, conservadores victorianos y modernos de todo pelaje, situación que por suerte poco a poco va extendiéndose por estos lares, a pesar de los fanáticos e intolerantes que cada día por sus emisoras y periódicos intentan extender el enfrentamiento entre los ciudadanos.

La primera comida en el Seafood de Harrods con ostras y salmón, los almacenes intentan aguantar el prestigio y la elegancia de siempre, pese al mal gusto de la escalera egipcia incorporada estos últimos años y sobre todo a la fuente de Diana y Al Fayed donde en el mas puro estilo kitch la gente tira dinero en ella en el más puro estilo Fontana de Trevi, pero del mal gusto.

Después de comer directo a la Royal Academy of Arts para ver la exposición de Cranach. El pintor de figuras cuyas caras reflejan el interior, maestro en definir los gestos plásticos de las caras para que den una visión clara y sin engaños de la persona retratada. Con ello Canarch no solo refleja el físico, sino también la personalidad y la maldad de las personas: la envidia, la avaricia y las perversiones.

La Royal Academy repleta de gente, sus dos salas superiores dedicada a exposiciones temporales parecían un anden de metro, pero a pesar de estas incomodidades merecía realmente la pena.

Al día siguiente y después de dar una vuelta por Portobello, directo a la Wallace Collectión, junto al lado de Oxford Street. En un viaje lleno de multitudes y aglomeraciones es una autentica delicia entrar en esa estupenda mansión. El buen gusto de sus colecciones de cuadros y muebles, así como de la sensación de encontrarse en el mejor sitio posible hace que te den ganas de pasarte todo el día en ella.

Con los museos devorados por masas sin el menor interés en disfrutar del arte, siempre quedan pequeños museos desconocidos por la mayoría donde poder disfrutar del arte en mayúsculas. Estos museos, como el Wallace, no tienen el nivel artístico de los grandes, pero sin lugar a dudas el disfrute en ellos es muy superior. Encontrarse a gusto en el espacio, sin agobios y con complicidad con el entorno, proporciona una satisfacción sin igual.

El domingo por la tarde vuelta a Barcelona, al ser los vuelos compartidos, la ida fue con Iberia y la vuelta con British Airways, situación que permite comparar ambas compañías aéreas. La escasa distancia entre asientos, así como la inexistencia del tentempié en Iberia, contrasta con la amplitud entre asientos que permite mayor comodidad y los sándwiches con bebida ofrecidos en British Airways, dan una visión clara de donde estamos.

12 comentaris:

Unknown ha dit...

Quina sort poder gaudir d'un llarg cap de setmana a Londres. En un petit viatge que l'anada era amb una companyia i la tornada amb una altra vaig trobar-me les mateixes diferències que comentes.

civisliberum ha dit...

Si unes companyies aerees son un autentic desastre.

odette farrell ha dit...

Civisliberum,

Agradezco tu comentario en mi página, y qué gusto que te agraden mis acuarelas pues es lo que estoy haciendo últimamente.

Muy interesante lo que escribiste de Londres...sabes en dos meses más estaré viviendo allá. Espero aún poder ver a Lucas Cranach y la recomendación del Museo Wallace me provocó, a ver si me das más tips, pues veo que eres gran fan del arte

panterablanca ha dit...

M'encanten les teves cròniques de viatges. Jo no he anat mai a Londres, és una de les meves assignatures pendents. Si abans en tenia ganes, ara encara en tinc més, de ganes d'anar-hi, després de llegir-te :-)
Petons salvatges.

Montse ha dit...

Hola, jo no he estat mai a Londres, i de ganes no en falten, però el meu ermà i va moltes vegades tant per qüestió de feina com per el plaer d'estar-hi.

civisliberum ha dit...

Gracias por la visita odette, ya te dare mas direcciones, es preferible museos pequeños que los grandes, al menos tienes sensacion de tranquilidad.

civisliberum ha dit...

pantera, crec que Londres t'encantaria.
Petons

civisliberum ha dit...

montse, pots aprofitar un viatge del teu germa. Avui dia viatjar es molt facil i economic.

Belnu ha dit...

Qué envidia me ha dado, añoro los museos pequeños, las colecciones, las bibliotecas y las calles limpias de Londres y su arquitectura de ladrillo y hierro que pese a todo sigue conservando la ciudad tan bonita, aunque se haya vuelto tan cara y ya no exista aquel Londres alternativo y swinging que aún existía en los setenta. Me había propuesto no volver hasta que no relajasen las normas de seguridad, pero estoy empezando a flaquear, y no sólo en eso, incluso si gana Obama, igual acepto la invitación de mi amiga de NY (no es que me fíe de Obama, después de todo le financia Rupert Murdoch! pero mejor que Bush supongo que sí será)...

civisliberum ha dit...

Zbelnu a mi me pasa algo parecido, según quien gobierna el pais me da no se que ir, pero el caso es que ahora el dollar esta muy bajo y prefiero aprovechar y comerme el orgullo. Lo mismo digo con Francia, pero con o sin Sarkozy, me planto ahi siempre que puedo, los paises son mucho mas que sus gobernantes.

Ser-ahi ha dit...

Civisliberum,gracias por visitar mi blog.Qué bonito poder ir a Londres un fin de semana, desde aquí parece todo tan lejos..
Estaré visitandote seguido!!

civisliberum ha dit...

Gracias por la visita elpasaeltiempo,