NORTE-SUR

Biblioteca Joan Fuster-Plaça Lesseps

Hace unos años que desde la progresía más mundana se exaltaba el Sur, tomando como tal a unas circunstancias, a unas gentes y a una sublimación de las sociedades que no alcanzan a poder presentarse como el primer mundo.

Visto desde una perspectiva histórica dicha situación resulta ciertamente chocante, no solamente por el hecho de enaltecer la pobreza y el subdesarrollo frente a la riqueza y un mayor desarrollo humano, sino por el hecho de que se enaltecía una mayor desigualdad social y humana. Más chocante resultaba que los mayores incitadores a dicho enaltecimiento era precisamente la progresía más vanguardista de esa época, que en perfecta comunión con los elementos más fascistas, aunque por visiones aparentemente distintas (o no), veian con satisfacción el sur (incluyendo en el toda Latinoamérica) frente al liberal y desarrollado norte. El poemario de Mario Benedetti de “El sur también existe” versionado y cantado posteriormente por Joan Manuel Serrat fue la sublimación del exaltamiento de todo lo que representaba el sur frente al pérfido norte.

Todo esto me ha llevado a reflexionar con la cruda realidad de estos días y sobre lo realmente equivocados que estaban sus pregoneros. Esta bien que se intente glorificar unos deseos y una hipotéticas utopías sobre la justicia social, sobre la liberación de los más pobres y humildes, así como el ofrecer un canto a los más miserables y paupérrimos del mundo mundial, pero la realidad es la que es y solo en el denostado norte la progresía ha alcanzado el poder, la justicia social está mas avanzada y la desigualdad entre las clases es muchísimo menor.

No solo de materialismo el norte resulta más esperanzador, si nos guiamos por la ética de sus gentes la ventaja del norte es acaparadora. Estas reflexiones me han surgido al efectuar una comparación entre la ética y la dignidad de los políticos del norte y del sur de Europa. Hoy mismo sale en los periódicos que 5 ministros de Brown han dimitido por estar implicados en casos de mal uso de los fondos disponibles, no de corrupción, ya que los mismos no son en absoluto ilegales, únicamente excesos en los usos de los fondos. Pues si, 5 ministros han dimitido y varios parlamentarios británicos abandonan la política después de devolver el dinero gastado en discordancia con su moral anglicana.

En el sur de Europa, en España por ejemplo tenemos al Presidente de la Comunidad Valenciana pillado infraganti en presunto delito (hasta la fecha) de mangancias, sobornos, etc. También tenemos al gobierno de la Comunidad de Madrid con los mismos presuntos delitos, mangancias y sobornos, amén de espionajes entre ellos y de circunstancias que hacen sonrojar y avergonzar a cualquiera. En Italia, un Primer Ministro llamado Berlusconi supera todo lo superable referente a la extorsión, mangoneo, robos, abuso de menores, etc. Ni en España ni en Italia nadie ha dimitido (han echado algún Consejero de Madrid, pero no a la principal implicada).¿Alguien cree que dichas circunstancias podrían darse en un país del norte de Europa? El problema no es que tengan dignidad como en Gran Bretaña y dimitan, el problema es que los votantes les siguen votando, incluso más (además de ser apoyados por su presidente de partido).

Si alargamos la mirada más al sur, llámese África o Sudamérica, lo que ocurre en España o Italia aumenta exponencialmente, el robo, el poco valor de la vida humana, el desprecio al contrario, la insolidaridad permanente y todos los adjetivos negativos que podamos encontrar. Es por eso que una vez superadas las utopías de un mundo mejor deberíamos desterrar la idea del sur, desear que este olvide lo que es e intente imitar al norte en todo.

Hecha la reflexión anterior os recomiendo un libro-tocho “Camaradas. Breve historia del comunismo” de Robert Service. Son casi 800 páginas, pero es un muy buen libro de historia, el autor ni es comunista ni anticomunista, solo historiador y británico por supuesto. Aquí en España con autores como Pio Moa, Cesar Vidal, o algún comunista radical (ahora no tengo ninguno a la memoria) sería imposible hacer un libro así.