dilluns, 17 de setembre del 2007

LIBERTAD DE EXPRESION


Hace un tiempo que las fatwas lanzadas desde el extremismo musulmán contra los novelistas o caricaturistas de Ala o de su profeta Mahoma hacen estremecer a habitantes del llamado occidente, entre ellos también a los que se consideran ellos mismos como de derechas y católicos.

Todos recordamos al escritor indio Salman Rushdie que tras escribir Los versículos satánicos en 1.989, en los que escribia sobre las hijas de Mahoma, tubo que esconderse (hoy sigue escondido) debido a la fatwua (condena de muerte) dictada por el ayotalá Jomeini. Posteriormente unos caricaturistas de un periódico danés que habían dibujado a Alá, recibieron el mismo trato por parte de los intransigentes islamistas y últimamente un periódico Sueco ha sufrido un caso parecido.

Todas estas muestras de intolerancia y desprecio indecoroso a la sufrida libertad de expresión han vuelto a mi memoria estos últimos días con la lectura de persecuciones judiciales, no por parte de fanáticos musulmanes contra los que ellos consideran enemigos del Islam, sino por parte del aparato del Estado de la teóricamente civilizada y tolerante España.

Hace un par de meses, concretamente el pasado 18 de julio (¿coincidencia?) fue secuestrada la revista El Jueves por caricaturizar a los príncipes de Espana. Dicha revista, de humor satírico viene a ser la sucesora del antigua revista El Papus, que cerro poco después que en la transición política, unos intolerantes radicales de derechas hiciesen explotar una bomba en su redacción con el resultado de una persona muerta. Hoy mismo ha empezado el juicio contra dos humoristas y un articulista del periódico Deia que realizaron un fotomontaje del Rey y del Oso que este cazo en Rusia, tras ser el pobre animal convenientemente emborrachado para facilitar su caza.

También, la semana pasada se dicto orden de arresto contra los autores de la quema de una foto de los reyes en Girona. Asimismo, se ha puesto en marcha una intolerante campaña con tintes del más autentico nazismo contra el actor catalán Joel Joan, tras hacer un pseudo periodista mesetario e intolerante una burda y patética deducción de unas palabras del actor, tal como se hizo ya unos meses contra el actor Pepe Rubianes, al que no se dejo trabajar en Madrid y se le amenazo de muerte, o con el cómico Leo Bassi a quién se le puso una bomba en un teatro de Madrid por criticar y hacer mofa del Papa en su espectaculo.

¿Por qué en España la libertad de expresión esta empezando a perseguirse por parte los elementos más reaccionarios? ¿Por qué en cualquier país del occidente europeo o en Norteamérica puedes decir cosas que aquí no se permiten? ¿Por qué solo se persigue a los autores liberales y no a los neoconservadores y extremistas de derecha por similares argumentos?

5 comentaris:

Anònim ha dit...

España, el país de la patraña.

Desgraciadament, així és i així serà. No n'hi ha una altra, haurem de marxar

manuel allue ha dit...

Completament d'acord. Quants dies penso com En David (i sóc molt gran) que haurem de marxar. No m'agrada gens sentir-me extranger al meu país, i no sóc català d'orígen cosa que tampoc vol dir res.

Civisliberum, no et vaig contestar l'altra día: no sóc fotògraf, ni molt menys. Sóc absolutament incapaç.

Montse ha dit...

Estic d'acord amb el que comenten en david i en manel, però haig d'afegir que està tot més divit que mai, el sr. rajoy, s'ha cuidat de que la gent senti odi pels bascos i catalans, i ha movilitzat a un sector de la societat totalment feixista.
En quan als socialistes?, pitjor que els altres, perquè no es canvien el nom del partit, el que fan es pitjor que els feixistes.
Ja no hi ha ideals només la lluita pel poder!!
En quan als borbons, crian como ratones, i cada vegada hem de manenir a més gent!!

civisliberum ha dit...

Esperem que tot sigui ciclic i que després d'un temps de tenebres torni la llum i la llibertat.

toni.b ha dit...

Civisliberum, el teu desig es molt loable, però tots sabem que tot això que denuncies és una constant de la especie humana. En aquest sentit soc pesimista. Cal lluitar molt per arrencar una mica de sentit comú. Crec que la història així ens alecciona.

En el que si coincideixo és en el fet que cal seguir denunciant i proposant un altre manera de fer.

Una abraçada.