Esta mañana leyendo en La Vanguardia Digital la noticia de la muerte de Mercè Sala he clikado encima y además de leer la misma en su totalidad, he empezado a leer los comentarios dejados sobre el hecho. No hubiese imaginado jamás que pudiesen soltarse tantos insultos sobre una persona no muy conocida, pero pública. Lo cierto es que desde el anonimato el odio es más fluido y descarnado, los insultos a su condición de mujer, socialista y catalana de la finada son descarnados y continuos, desde hacer mofa al aspecto de la Sra. Sala (por cierto que en la fotografía era muy agradable) hasta agotar los adjetivos con significado negativo para referirse a sus orígenes e ideología.
Este fanatismo del odio hace unos años que vengo observándolo, ya no basta en atacar despiadadamente al contrario, ahora se trata de actuar sin ninguna piedad, que ante la muerte del adversario elevar al máximo el odio y el despreció, perseguir a la familia hasta el final, considerar la muerte de quien no piensa como nosotros como una victoria que tenemos que celebrar rematando al muerto.
Hace pocos días algo parecido ocurrió en una manifestación batasuna contra la ilegalización de ANV al pasar frente a una parada de bus en la que se encontraba la viuda de Isaías Carrasco, la última víctima de ETA, donde hubo algunos insultos a la victima, circunstancia que la viuda soporto con una dignidad terrible.
Pero la situación más despreciable fue la que tubo (y tiene) que padecer Pilar Manjón, la Presidenta de la Asociación de victimas del 11-M. Recuerdo que al ir a declarar al Congreso fanáticos de la derecha extrema la insultaban con frases de “metete el cadáver de tu hijo por el culo” y algunos intentos de agresión. Dentro del Congreso el ahora dimitido Zaplana se dedico a hablar por móvil, a reírse y a levantarse continuamente de su sillón ante el parlamento trágico de a quién le habían matado a su hijo. Todo eso por no doblegarse ante las mentiras de quién se cree propietario de todos.
También Ernest Lluch recibió el día después de su asesinato por ETA, críticas y feroces insultos en el diario El Mundo por parte de F. Jimenez Losantos, aprovechándose que el asesinado ya que no podría rebatirles.
Gente miserable, aprovecha la muerte de quién no esta en su onda para establecer una segunda muerte del finado, la infamia y el anonimato son sus aliados. Solo espero que pasen por lo mismo en su muerte o de sus seres queridos.
8 comentaris:
Sóm un país de miserables la veritat, l'espècie humana és la més perillosa de totes, només sabem que matar-nos entre nosaltres, i últimament l'odi i el fanatisme s'estàn obrint pas entre nosaltres.
Estem totalment d'acord montse.
Tienes toda la razón del mundo. La condición humana es bastante vergonzante, por desgracia.
Besos felinos.
Las personas en el anonimato son capaces del mayor desprecio, es la condición humana.
Hola:
La meva mare com a ex-treballadora de TMB es va afectar molt per la mort de Mercé Sala, havia treballat amb ella durant temps i sempre ens diu que la Merce Sala era una gran persona.
Si Garmir, tambe era una gran profesional que va arreglar TMB i la RENFE.
Llastima dels bretols que sol saben insultar a la gent quant es mort, per la seva ideología, per ser dona i ser catalana.
Me n'adono que sempre són els mateixos els que provoquen mals gratuïts
El dia de la seva mort vaig escriure un post homenatge a la Sra. Sala
Els crits a ANV els comprenc quan són en general però dedicar-los a la vídua em semblen una grolleria i no els puc acceptar.
La Pilar Majon... pobreta!! no m'agradaria trobar-me a la seva pell. Ho deu passar fatal.
En quant a l'Ernest Lluch un vol assessinat va despertar les ires de la gentusa de la COPE a causa de les paraules de la Gemma Nierga al final de la manifestació. Està vist que el pitjor que una persona pot demanar és DIÀLEG.
I ha persones que només han nascut per enfrontar, despreciar i insultar als que no són de la seva corda pero recordem que... a cada porc li arriba el seu Sant Martí.
Salutacions.
Si bruguers, esperem que la dita de "Tal faras, tal trobaras" sigui certa per aquesta gentussa.
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